Dentro de poco habrán transcurrido tres meses desde que le hice la petición al Ministro de Educación, D. Ángel Gabilondo, de que abríese expediente disciplinario a la Directora de la ANECA, Dña. Zulima Fernández Rodríguez y a los miembros de la Comisión D. Alfredo Morales Gil, Catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Alicante, como Presidente de la misma, D. Carlos Villanueva Abelairas, Catedrático de Música de la Universidad de Santiago de Compostela, Dña. M. Isabel Ostolaza Elizondo, Catedrática de Ciencias y Técnicas Historiográficas de la Universidad Pública de Navarra, Dña. Arminda Lozano Velilla, Catedrática de Historia Antigua de la Universidad Complutense de Madrid, D. Alfonso García Suárez, Catedrático de Lógica y Filosofía de la Universidad de Oviedo, Dña. Consuelo Ruiz Montero, Catedrática de Filología Griega de la Universidad de Murcia, D. Fernando Cabo Aseguinolaza, Catedrático de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad de Santiago de Compostela, D. Antonio Narbona Jiménez, Catedrático de Lengua Española de la Universidad de Sevilla, y Dña. M0. Teresa Gibert Maceda, Catedrática de Filología Española de la UNED, como titulares de la Comisión. Ninguna constestación he obtenido. Desde mi punto de vista, más grave que los hechos en sí es que el Sr. Ministro no los investigara y adoptara las medidas oportunas. Si así fuera, creo que tendría que pedir responsabilidades por su actuación.
y eso mismo que se haga en la comisión de INGENIERIA Y ARQUITECTURA...llena de gente que insulta a los candidatos a pesar de su CV TIRANDO A NO HABER TRABAJADO EN LA INDUSTRIA EN SU VIDA....MENUDOS TECNOLOGOS INGENIEROS Y ARQUITECTOS DE PALO SECO...
ResponderEliminarVAMOS EN USA de catedraticos nada no llegarían ni a bedeles tecnicos, tecnologícos...por no hablar de sus eticas y moralidades....a mi me dicen que peco de abundamiento de publicaciones de muy diversa índole y que mi experiencia industrial de mas de 25 años es una anécdota...lo suyo ni eso...continuamente rezo para que Dios les perdone