Como se podrá ver en la convocatoria del Consejo de Gobierno del 25 de febrero de la Universidad de Almería, se va a tratar la recusación que formulé contra el Presidente del Comité de Seguridad y Salud de la Universidad de Almería, que no es otro que el Gerente de la Universidad, José Antonio Salinas Andújar, nombrado por el Rector Pedro Molina.
En
2011, cuando me sancionó Pedro Molina, por un supuesto trato irrespetuoso y
atentado grave contra él con 4 años y 3 meses de suspensión de empleo y sueldo (gané el juicio pero aún no es sentencia firme al haberlo recurrido personalmente Pedro Molina pero con el dinero de todos), lo denuncié ante el Ministerio de Trabajo por acoso laboral (represión que se hace de un trabajor por presentar denuncias dentro de la empresa).
Por lo que
considero una gran laguna legislativa, resultó que era la propia universidad
la que había de resolverlo y el Ministerio de Trabajo le dio traslado. Sé
que se estableció un protocolo de actuación (es posible que por mi
denuncia), pero no se afrontó mi denuncia y quedó paralizada sin explicación
alguna. Hace un tiempo, la secretaria de mi Departamento, Ana Fe Gil Serra,
me acusó de acoso laboral y yo mismo también la denuncié por acoso
discriminatorio, entendiendo que estaba también relacionado con el que me
sometió y me somete Pedro Molina con la connivencia de otras personas, como
Javier Aguirre (Director de mi departamento que nombró a Ana Fe Gil y que me
quitó de un curso y una conferencia sobre el Milenio de acuerdo con Pedro
Molina).
Espero que, tras más de tres años de padecer un acoso laboral
bestial, se pueda afrontar y hacer que deje de padecerlo y se pongan también
las bases para que no lo sufran otros. Para ello, se hace preciso que se
establezcan mecanismos para que sean personas independientes y no nombradas
por los presuntos acosadores o sus compinches. Por eso sería conveniente que
no intervinieran en resolver mi recusación personas implicadas como Pedro Molina o nombradas por él, o el mismo Javier Aguirre.
Por cierto,
pregunté al Secretario General, Pedro Martínez Ruano, qué hacía la
Universidad con las costas que cobraba por procesos judiciales que ganaba,
entre ellos uno mío (en el de la sanción que gané no hubo pronunciamiento
sobre las costas) y, aunque me dijo que ya se lo había preguntado al gerente
y me lo diría, sigo esperando. Por favor, no demore más la respuesta, Sr.
Martínez Ruano, que creo de interés general.
Por otra parte, sigo
empeñado en que la indemnización que se me habría de pagar si gano en
sentencia finalmente firme el juicio de la sanción, me la paguen Pedro
Molina y José Luis Martínez Vidal de su bolsillo y no del de todos, aunque
algunos jueces, como contaré en otra ocasión con nombres y apellidos de
quienes son y qué están haciendo, no me lo están poniendo fácil.
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