Hoy el Consejo de Gobierno de la
Universidad de Almería ha adoptado un acuerdo (no sé aún si por unanimidad o
mayoría. Se lo he preguntado al Sr. Secretario, Fernando Fernández Marín), que
me afecta y que, de mantenerse, podría tener muy serias consecuencias y no me
refiero solo a que, con estos antecedentes, el Consejo de Gobierno pueda
decidir que la propuesta de ordenaciones docentes la haga Periquito el de los
Palotes y que se impongan saltándose la legislación vigente a su antojo y libre
albedrío.
Había pedido intervenir en esa
reunión y me han dejado solamente exponer lo que estimara pertinente. He
empezado por preguntar al Sr. Vicerrector de Profesorado, José Joaquín
Céspedes, promotor de la propuesta de modificación de la Ordenación Docente del
área de Estudios Árabes, y a la Asesora Jurídica, María de los Ángeles Piedra
Fernández, qué artículo de los Estatutos de la UAL o qué legislación vigente
faculta al Vicerrector o a la Comisión que preside a hacer la propuesta que se
somete a aprobación. No han abierto la boca ninguno de los dos, pese a mi
insistencia. Sencillamente patético. El Rector, Carmelo Rodríguez Torreblanca,
ha querido justificar que el Vicerrector está facultado por una decisión del
Consejo de Gobierno de la UAL, pero él debía saber que el Consejo de Gobierno
no puede quitar las atribuciones a los Consejos de Departamento, órganos que,
según el art. 159.2.a de los Estatutos de nuestra universidad, tienen la competencia de proponer las ordenaciones
docentes.
Preguntada la Sra. Piedra
Fernández sobre si se pueden dejar de aplicar los Estatutos de la UAL, ha
mantenido otro patético y elocuente silencio.
El Vicerrectorado o el Consejo de
Gobierno no pueden usurpar las competencias que el Consejo de Departamento
tiene en virtud no solo de los Estatutos de la UAL, sino también de la Ley de
Universidades. En ese sentido, les he preguntado a continuación al Director del
Departamento, Francisco Álamo Felices, que, a diferencia de a mí, le han
permitido estar presente en el debate posterior, y a Juan Luis López Cruces,
también de mi Departamento y representante del PDI en el Consejo de Gobierno,
si nuestro departamento había elevado una propuesta al Consejo de Gobierno para
su aprobación. Tampoco han abierto la boca, mientras José Antonio Torres
Arriaza, el Presidente de la Junta de PDI hacía mutis por el foro pensando que
también a él le iba a preguntar pues ha participado, otra vez más, en la vulneración
de mis derechos. Torres Arriza es, sencillamente, impresentable y un indigno representante sindical, que deja a su sindicado, el CSIF, por los suelos (véase
https://1001denuncias.blogspot.com/search?q=junta+de+pdi).
Seguramente los profesores Álamo
Felices y López Cruces se avergonzarán de que el primero trasladó al Consejo de
Departamento una propuesta de ordenación docente de José Joaquín Céspedes en la
que, caprichosamente, eximía de docencia a una profesora y me asignaba a mí a
voluntad suya la que le daba la gana y, sorprendentemente, la sometió a
votación, saltándose las normativas vigentes y mis legítimos derechos. Juan
Luis López Cruces, allí presente, votó a favor de esa propuesta. Eso fue el 31
de enero. ¿La ha tratado el Consejo de Gobierno? Pues no. Yo, que la considero
nula de pleno derecho por vulnerar la normativa de aplicación y la más
elemental lógica, la recurrí ante el Rector. El Sr. Rodríguez Torreblanca,
preguntado por mí, ha venido a decir que resolverá mi recurso cuando le dé la
gana.
Pese a insistir en que usurpar las
competencias del Consejo de Departamento y aprobar una ordenación en la que no
se ha cumplido con la legalidad, como garante de los derechos de los profesores,
entre ellos los míos, y de los alumnos, que han de tener seguridad de que quien
les imparta docencia y los evalúe lo hace con todo el amparo legal, los
miembros presentes del Consejo de Gobierno, encabezados por su presidente, el
Sr. Rodríguez Torreblanca, han aprobado una ordenación docente que es injusta
al no respetar la legalidad y que vulnera mis legítimos derechos.
Yo no doy crédito a que se pueda
hacer semejante despropósito y, dado que considero que es una resolución
injusta, claramente, pues no se han respetado los Estatutos de la UAL, voy a
presentar hoy mismo un recurso de reposición ante el órgano que ha dictado esa
resolución para que, como marca la ley, en el plazo máximo de un mes, deje
patente si lo hace con conocimiento manifiesto de la injusticia con la que
adopta el acuerdo (lo que sería una presunta prevaricación), o reponga la
legalidad en la UAL y mis derechos vulnerados.
Y todo esto sucede sin que
tengamos en la universidad un Defensor Universitario que nos defienda a los administrados
frente a los abusos de los administradores, pues prescribió el mandato del que
teníamos y no se ha prorrogado transitoriamente su mandato ni se ha elegido a
ningún otro.
Y yo que pensaba que estaban mejorando las autoridades de la UAL...
¡Ánimo Lirola! Lo que hace este patético Vicerector no tiene nombre. Con usted han cometido numerosas injusticias, pero es bien conocido en toda la universidad que usted no es el único que está siendo objeto de los despropósitos y arbitrariedades de esta pandilla. Lamentablemente, vivimos en el rancho cortijero del Sr. Céspedes (con el visto bueno de su jefe) donde campa a sus anchas saltándose la normativa que ellos mismos han aprobado. El robo al Madrid de baloncesto en la final de copa ante el Barcelona es un chiste al lado de esta caterva de iluminados dictadores. ¡Viva la autonomía universitaria!
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