Sigue a continuación la Carta al Director enviada al periódico "La Voz de Almería" el jueves 24 de julio de 2008:
Estimado Sr. Director:
Le ruego que se me permita puntualizar las declaraciones que realicé a preguntas de la periodista Marta Rubí y que han sido extractadas en su periódico, dado que considero que lo aparecido el día 23 de julio no refleja fielmente lo que le manifesté en relación con lo que se anuncia como "próximo cese de la directora de la Alcazaba".
Efectivamente, le indiqué que, al conocer la noticia el viernes 18, me había sorprendido y, de ser así, la lamentaba por conocer de cerca la trayectoria de Ángela Suárez y la historia de la Alcazaba no sólo en el pasado sino también en el presente.
Manifesté que tengo serias dudas de que su puesto sea el de un cargo plenamente político que, como vemos en otros ámbitos, se puede quitar y poner a discreción según los vaivenes de la política. En ese sentido, me consta que, en este caso, se ha abierto un expediente de remoción de puesto de trabajo que puede terminar con el traslado de una funcionaria pública, que fue designada para la dirección de la Alcazaba, a otro puesto que, al parecer, aún no existe. Así se le ha notificado a la interesada y ésta ha podido hacer alegaciones en su legítimo derecho en el preceptivo trámite de audiencia, según el procedimiento administrativo. Y está pendiente de que se emita una resolución administrativa por parte de la Consejera de Cultura de la Junta de Andalucía.
Como le manifesté a la periodista, conozco y he seguido de cerca la trayectoria profesional de Ángela Suárez y he podido comprobar que se trata de una persona competente, diligente y dialogante. Seguramente, las actuaciones de la directora de la Alcazaba, como cualquier intervención humana, han tenido claroscuros. A mí no me constan meteduras de pata y considero injusto, por lo que sé, la afirmación de que con ella "se han cerrado las puertas de La Alcazaba". Al contrario, me consta que la Alcazaba tiene sus puertas abiertas a todos sin distinción, de día y también a veces de noche (tienen mucho éxito las visitas nocturnas), y ello después de haber adecentado enormemente el monumento más emblemático de nuestra provincia que hace años parecía tener la condición de vertedero más que de "Bien de Interés Cultural". Y me gustaría subrayar que ello lo ha conseguido con un presupuesto bastante bajo. En ese sentido, creo que los responsables de las asociaciones a las que supuestamente se les ha cerrado las puertas de la Alcazaba deberían precisar qué es lo que querían organizar, pues, al parecer, en algún caso, las pretendidas actividades consistían en el disfrute particular, estableciéndose peligrosos precedentes, como una comida de socios de una determinada asociación de iniciativa privada. Por lo que respecta al tema del procedimiento a seguir para contar por fin con unas buenas guías oficiales (en sus diferentes modalidades: escrita, auditiva...) es algo que daría mucho que hablar y del podría resultar un fructífero debate que nos apartaría del tema que nos ocupa ahora.
Creo que es bueno que los ciudadanos nos acostumbremos a exigir a los poderes públicos que nos gobiernan que actúen con transparencia, responsabilidad y raciocinio. En mi caso, lo exijo como ciudadano y también como interesado por tocar a mi dedicación profesional y he pedido explicaciones a la máxima responsable política, la que habrá de tomar una decisión sobre el expediente de remoción de puesto de trabajo, la Consejera de Cultura, para que aclare muchos interrogantes, como ¿quién ha iniciado el expediente y por qué? ¿Por un cambio en el equipo de trabajo? ¿Qué lo justifica? No olvidemos que las leyes vigentes prohiben a los poderes públicos la arbitrariedad ¿Nuevos proyectos? ¿Cuáles son? ¿No están funcionando los actuales? Si se reconoce la valía de esa funcionaria, ¿por qué no se quiere que siga trabajando donde trabaja?
No deseo alargarme en exceso. Puede que el cese de la directora de la Alcazaba sea una chapuza política, que provoque que se haya de crear un nuevo puesto de trabajo de alto rango, sin necesidad de ello, en el Museo, en un tiempo, además, de crisis económica en el que, como siempre, los ciudadanos de a pie, que con frecuencia no tenemos ni arte ni parte pagamos con los impuestos directos e indirectos lo que otros deciden. Exijamos que sea con responsabilidad y para ello que los responsables justifiquen claramente, sin muletillas, las decisiones que nos afectan de una u otra forma. Lleguemos al fondo para saber qué se esconde detrás del cese de la directora de la Alcazaba.
Jorge Lirola Delgado
(Profesor Titular de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de Almería, miembro de la Comisión Técnica de la Alcazaba y ciudadano almeriense).
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