José Luis Martínez Vidal expidió
un certificado el 30 de enero de 2012 en el contexto de oponerse a que se
aceptara la petición de suspensión de la sanción que había realizado Jorge
Lirola al Juzgado y en ese certificado afirmaba Martínez Vidal que “el hecho
de que D. Jorge Lirola Delgado esté sancionado no afecta al desarrollo del
proyecto [Biblioteca de al-Andalus] pues éste puede ser ejecutado por el
resto del equipo de investigación del mismo... no irrogándose ningún perjuicio
al resto de los investigadores, los cuales siguen el curso de sus
investigaciones, tal y como éstas estaban previstas y subvencionadas”. En
ese certificado se basó el juez Antonio Luis García Valverde para negar que
hubiera daños a terceros y no conceder la suspensión de la sanción en primera
instancia a Jorge Lirola, al que mantuvieron sin empleo, sueldo ni derechos laborales durante un año.
En su declaración en el Juzgado
de Instrucción nº 1 de Almería el 20 de febrero de 2013, José Luis Martínez
Vidal reconoció haber hecho su afirmación y emitido el certificado sin haber
preguntado a ninguno de los investigadores del proyecto, incluidos los dos que
eran de su propia universidad (todos los investigadores habían afirmado que en
ningún momento el Vicerrector se había puesto en contacto con ellos). Pero
según el planteamiento de Martínez Vidal no era necesario y estaba legitimado
para hacer tal afirmación, que tenía una importante repercusión en el futuro
laboral e investigador de Jorge Lirola y del proyecto de investigación que
dirigía. Según el actual Vicerrector de Investigación el hecho en sí de que
sancionen al investigador principal de un proyecto, que ha sido concebido y
desarrollado por él desde sus inicios, no debe tener ninguna incidencia en el
mismo y se puede estar seguro de que no hay ningún perjuicio y de que el
proyecto sigue su marcha prevista sin que le afecte esa importante
circunstancia. Para certificar que es así no hay ni que molestarse en comprobar
los hechos, por mucha transcendencia que tengan.
Más adelante insiste José Luis
Martínez Vidal en que él no tiene que hablar con ningún investigador y hacer
comprobación alguna para estar seguro de que no hay problema para que el proyecto siga su oportuna marcha cuando el investigador principal es sancionado y apartado de toda labor docente
e investigadora retirándosele todos los derechos funcionariales. En todo caso, tal persona, ya sancionada y suspendida de empleo y sueldo, según Martínez Vidal, sigue teniendo “la obligación de
comunicar por escrito los perjuicios en el desarrollo del proyecto, pues él (el Vicerrector) no
puede certificar que los mismos existen pues no tendría argumento sólido para
ello”, pero sí tiene certeza sin comprobarla para certificar que el
proyecto sigue su marcha tal como estaba estipulado sin que sufra ningún
perjuicio. Ni le bastaba que en el mismo escrito al que contestaba se aludiera
a los daños y perjuicios irreparables. En román paladino, que es posible que
José Luis Martínez Vidal sea capaz de certificar que no llueve por el simple
hecho de que, sin mirar a la calle ni preguntar a nadie, como nadie le ha dicho
que llueve, pues puede aseverar, sin temor a equivocarse, que no llueve.
Sin duda, José Luis Martínez
Vidal es un original científico y merece no solo ser el Vicerrector de Investigación
de la Universidad de Almería, sino también ser candidato a algún premio de
investigación. Seguro que se lo concederían por sus brillantes planteamientos.
(Continuará con una nueva entrega
de las mentiras de las que es capaz José Luis Martínez Vidal, mentiras de gran
calado y ¿aquí no pasa nada?). Bueno, la jueza María de los Ángeles Asensio
Guirado tendrá que pronunciarse sobre ellas y, por su transcendencia, tendrán
oportuna difusión. ¿Pasará algo?
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