Acabo de presentar esta denuncia a la Inspectora de Servicios de la Universidad de Almería, Dña. María Belén Sainz-Cantero
Caparrós:
EXPONGO:
Al
reincorporarme tras una baja por paternidad y reintegrárseme la ordenación
docente que, por un equívoco y sin respeto a la legalidad vigente, se me había
usurpado, en concreto, docencia en Árabe III, la parte correspondiente de
Literatura Española Medieval y Árabe Andalusí y parte de Árabe I, he podido
constatar una serie de graves anomalías que paso a detallar, en relación con la
Profesora que me ha sustituido durante mi baja, la ilustre catedrática Luisa M. Arvide Cambra:
PRIMERA: Pese
a pedirle con reiteración que me indicase qué había impartido durante las
sustituciones y me entregase los materiales que los alumnos le habían
presentado en relación con las asignaturas de las que soy responsable (al
parecer fundamentalmente fichas), se ha negado tanto a informarme como a
trasladarme el material que los alumnos le habían presentado. He tenido que
preguntarles a estos últimos en relación con lo que habían visto y lo que les
había encargado la Profesora Arvide, respetando, en todo momento, el trabajo,
excaso, por otra parte, realizado, para que no fuese en perjuicio de los
alumnos, por falta de coordinación entre el profesorado. Entiendo que la
Profesora Arvide, con su actitud, ha faltado al más elemental deber de
coordinación, apropiándose de materiales que no son de su propiedad.
SEGUNDA: La
Profesora Arvide, de forma unilateral y sin justificación, ha impartido una
menor docencia de la establecida, con el consiguiente perjuicio en la formación
de los alumnos matriculados, aparte del abuso de poder que ha podido cometer al
incumplir con sus tareas docentes. Paso a detallar los incumplimientos por
asignaturas:
Literatura
Española Medieval y Árabe Andalusí (parte de esta última): De las 4 semanas
que ha durado la sustitución (20 horas de clase a razón de 5 horas semanales),
la Profesora Arvide ha impartido únicamente 8 horas, por decisión unilateral suya. De
los 3 días en que había docencia, miércoles, jueves y viernes, la redujo a los
jueves, por conveniencia exclusivamente suya, con el deterioro en la formación
que han recibido los estudiantes (69 alumnos). De hecho, en las dos semanas que
he impartido yo docencia, han tenido un mayor número de horas (9) que en las 4
semanas de sustitución.
Árabe III:
La profesora estableció el inicio de las clases el viernes 5 de octubre, aunque
hubiera sido recomendable que fuese antes y podía haberlo sido. Pero es que de los dos días de clase
que estaban contemplados redujo las clases a un único día, cambiando los
horarios a su conveniencia y trasladando el lugar de clase a su despacho, pese a
tener asignada un aula, que quedó vacía todo el tiempo, sin ser comunicada esa
circunstancia al servicio competente. Pese a la insistencia de la alumna
matriculada de aprovechar las clases prácticas, por necesitarlas, la profesora
Arvide se negó a ello. Asímismo, tomó represalias, al parecer, por la falta de
asistencia a clase (en su despacho) de la alumna en algunas ocasiones,
negándose a continuar impartiendo la docencia. La alumna, que arrastra unas
grandes deficiencias en la expresión escrita (no así en la comprensión oral y
escrita y en la expresión oral, que cuenta con un nivel muy superior al
exigible), causadas por no recibir anteriormente en Árabe I y Árabe II la
enseñanza adecuada, estaba muy necesitada de esas clases prácticas. El
resultado ha sido que de las 33 horas que se debían haber impartido durante la
sustitución no se han llegado a impartir ni la mitad de ellas por causas
imputables a la Profesora Arvide, independientemente de las horas que haya
perdido la alumna por culpa suya.
Árabe I: La profesora Arvide
redujo la docencia, de forma caprichosa e injustificada, aparte de unilateral,
de 4 horas semanales durante 2 días a 2 horas un mismo día, con el consiguiente
perjuicio en la formación de los alumnos.
Todos
estos extremos pueden ser fácilmente contrastados con los alumnos y con las
pruebas de las que dispongo.
TERCERA:
El Vicerrector de Profesorado, D. José Joaquín Céspedes, pretende computar como
docencia impartida por la Profesora Luisa Arvide la previa al inicio de la
sustitución por las bajas de mi área, así como la que he impartido yo tras mi
reincorporación, lo cual es, del todo, anómalo. El papel que, al parecer, le
firmó el referido Vicerrector a la Profesora Arvide para que no impartiese más
docencia en este curso carece de todo valor, dado que es fruto de un mal
cálculo por parte del Vicerrector.
CUARTA: La situación es que de las 140
horas asignadas en el reajuste hecho por la baja por enfermedad de Bárbara
Herrero y la malinterpretación de mi baja por paternidad, que tenía fecha de
retorno, han de reducirse, oficialmente, a 103 horas (50 de Árabe I, 33 de
Árabe III y 20 de Literatura andalusí), pero, realmente, de forma efectiva, se
han impartido unas 53 horas, por decisión unilateral de la profesora Luisa
Árvide, computando las fiestas también.
QUINTA:
Las anomalías vienen de lejos, pues estas prácticas de no dar la docencia
asignada, quitándose horas de forma totalmente arbitraria, se ha constatado en
numerosas reclamaciones de alumnos que han sido tapadas y silenciadas, al
tiempo que yo he sufrido amenazas e incluso he llegado a ser sancionado en dos
ocasiones, por represalias, sanciones que fueron anuladas en ambos casos por
vía judicial. Sin ir más lejos, el curso pasado, se le permitió a la Profesora
Arvide elegir una sustitución de la Profesora Herrero que le coincidía en los
horarios con otra asignatura que tenía que impartir y lo solucionó juntado a
los dos cursos en ese mismo horario y computando cada hora como doble. Como
fácilmente comprenderá estoy harto de esta situación, que ha ido a más por la
inacción de las autoridades competentes, y estoy seguro de que irá en aumento
si Usted y a quien competa no hacen su trabajo. Toda esta anómala situación ha
repercutido y sigue repercutiendo en la deficiente formación que reciben los
estudiantes.
SEXTA:
Para mí, más grave que el hecho de que la Profesora Arvide incumpla con sus obligaciones
docentes es que quien tiene no solo la potestad sino también la obligación de
tomar medidas, no las adopte, sino que, por el contrario, encubra los
incumplimientos y, en cierto modo, los potencie por el amparo que les da. Es
por ello por lo que estoy plenamente decidido a denunciar esta situación hasta
donde haga falta, incluso a riesgo de ser nuevamente sancionado por ello.
Es por todo lo
expuesto, por lo que SOLICITO:
Que cumpla
Usted con su cometido como Inspectora de Servicios, investigue todos los
hechos, tomando declaración a todos los implicados, incluidos los alumnos (con
especial sensibilidad ante el estado de subjección al que se encuentran
sometidos por posibles abusos de poder), y exija las correspondientes
responsabilidades que se deriven de esas comprobaciones, incluido a su
compañero de equipo de gobierno D. José Joaquín Céspedes, en el caso de que se
mantenga en su empeño de eximir de carga docente a Dña. Luisa Arvide de forma
totalmente injustificada y arbitraria, atribuyéndole incluso aquellas horas que
he impartido yo.
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