13/5/19

Noticias sobre el expediente disciplinario que me han abierto

El rector de la Universidad de Almería, D. Carmelo Rodríguez Torreblanca, ha decidido incoarme un expediente disciplinario por 18 supuestas faltas graves y muy graves, y el instructor nombrado, D. Ignacio Díez de Lezcano Siciliano, Inspector de Servicios de las Palmas de Gran Canaria, lo ha iniciado ya.
Voy a recurrir la apertura del expediente que podría llevar a la tercera sanción que me imponen (las dos anteriores fueron anuladas por vía judicial) y el rector habrá de resolver el recurso de reposición. A través del mismo, debería contestar a las siguientes cuestiones (destaco las principales):
1) ¿Se han de aplicar los Estatutos de la Universidad de Almería en vigor y los criterios para la asignación del Profesorado a las asignaturas adscritas a las áreas, aprobados por Consejo de Gobierno el 25 de febrero de 2008 y modificados posteriormente por sentencia firme ejecutada por ese mismo Consejo?
2) ¿Se puede impartir la docencia de dos cursos diferentes programados en dos aulas distintas el mismo día y a la misma hora?
3) ¿Denunciar que una profesora, que es la catedrática y coordinadora del área, que no ha impartido más del 50% de las clases de una asignatura en la que me sustituía durante mi baja de paternidad, con el consiguiente perjuicio en la formación del alumnado, es acosarla laboralmente?
4) ¿Se ha investigado si ha podido haber manipulación de los alumnos, no por mi parte, como se me acusa, sino por la de otros, entre ellos el Decano de la Facultad de Humanidades, D. Javier García González, al que he denunciado por la forma de aprobar los Planes de Estudios que se quieren implantar próximamente?
5) ¿Se ha tomado declaración a todos los alumnos de las asignaturas "Literatura árabe andalusí" y "Claves del Mundo Árabe Moderno" del curso 2018-19 o solo a los que me han denunciado?
6) ¿Es inadmisible la crítica a las autoridades de la UAL?
7) ¿Son amenazas y coacciones pedir a los miembros del Consejo de Gobierno de la UAL que apliquen la Ley, informar de qué dice esa Ley y anunciar lo que haré si deciden no aplicarla? Me han denunciado, al parecer, 4 personas de los 55 miembros del Consejo de Gobierno a los que me dirigí, entre ellos el propio rector, que parece que no ha interpretado que en su caso sean unas amenazas o unas coacciones o ¿se encuentra él entre las 4 personas que me han denunciado?
8) ¿Es sancionable informar a los alumnos de qué está pasando en relación con las asignaturas que les imparto?
9) ¿Es punible denunciar casos de corrupción en la Universidad? Al actual rector no le pareció así cuando estaba en la oposición, e incluso en su primer mandato, al retirar el recurso que el anterior rector, D. Pedro Molina García, había presentado contra la sanción que el entonces rector me impuso de suspensión de empleo y sueldo de 4 años y 3 meses? ¿Ha cambiado el actual rector de opinión y le resultan molestas ahora mis críticas y recursos, entre ellos los que presenté contra la forma de aprobar los planes de estudios en la Facultad de Humanidades y que ni ha resuelto expresamente?
       Por  último, le he señalado al actual rector lo duro que es que a una persona que se dedica a la enseñanza por vocación y que ha entregado a ella la mayor parte de su vida, sin que haya tenido tacha alguna ni denuncia sobre su labor docente durante 30 años, por la decisión de otra persona que da credibilidad a denuncias contra ella que pueden ser falsas, abre un expediente disciplinario que puede llevar aparejado el que ese docente sea apartado de su vocación. Si fue duro cuando D. Pedro Molina me abrió un expediente disciplinario y me sancionó por acciones ajenas a la docencia, que acabó demostrándose que fue injusto, muchísimo más cruel es cuando de lo que te acusan es de haber abusado de tu labor docente. Quien tenga vocación por la docencia lo entenderá fácilmente.
    ¡Qué paradoja! Después de ver y apoyar reclamaciones y reclamaciones de alumnos llenos de razón contra profesores sin vocación en muchos casos, reclamaciones que encontraron el vacío e incluso la represión  pues tuvieron que irse algunos de esos estudiantes a acabar sus carreras a otras universidades, cuando creo que esas reclamaciones no tienen razón y movilizan a la Delegación de Alumnos de la Humanidad, al Consejo Estudiantil, al Director del Departamento de Filología, al Decano de la Facultad de Humanidades, al Vicerrector de Ordenación Académica y a la Inspección de Servicios, pueden suponer un punto y aparte en una carrera vocacional de un docente nada corporativista, crítico contra los abusos de poder y defensor de los derechos de los más desamparados. ¿Por qué será?



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