En un anterior escrito le he afirmado que considero que
tanto el Rector, D. Pedro Molina García, como el Vicerrector D. José Luis
Martínez Vidal, han prestado falso testimonio, afectando a su decisión de no
conceder la suspensión cautelar en un tema de calado, como es el que a un
trabajador lo dejen 4 años y 3 meses sin empleo y sueldo, pues constituye uno
de los ejes fundamentales en la vida de una persona. Le he rogado y le ruego
nuevamente que compruebe si es falso lo que le digo y si ha basado Usted su auto en un falso testimonio y apelo a su
sentido de la profesionalidad, de la Justicia y también a su conciencia para
que actúe en consecuencia.
Quiero ponerle un símil
de la situación a partir de mi experiencia profesional. Si un alumno
mantiene que un profesor se ha equivocado al suspenderlo porque ha basado su
nota en un error (por ejemplo, asegura que no le ha contabilizado una pregunta
pues no se ha dado cuenta de que sí la ha contestado y de forma excelente), le
digo que compruebe bien si es así (tiene derecho a tener copia del examen
corregido) y, si el profesor no le hace caso y sigue pensando que el alumno
tiene razón (yo directamente iría, como compañero, a hablar con el profesor en
cuestión para informarme sobre el caso), puede recurrir a hablar con el
director del Departamento y pedir que revise el examen una comisión de
profesores, aunque por experiencia sé que es raro que, por el gran mal del
corporativismo, un profesor le quite la razón a otro, a menos que quiera manipular el tema para limpiar trapos
sucios o que el profesor sea persona justa y con conciencia. También es raro
que el Inspector de Servicios o el Defensor Universitario, en la Universidad de
Almería, por lo que me consta, actúen ante una injusticia cometida por un
profesor contra un alumno, a menos que les interese actuar por otros motivos
ajenos a la Justicia. De todas formas, le aconsejaría al alumno que haciera uso
de los cauces establecidos, comprobando si funcionan y denunciando, a su vez,
si observa que no funcionan, por el bien de todos, incluido él mismo, procurando no hacerlo solo sino con otros alumnos
y personas, mejor si cuentan con una asociación, pero que no se contente con
esos cauces establecidos, a tenor de la experiencia que tengo, sino que le dé
publicidad al tema como garantía de que se llegue al fondo, máxime cuando se
encuentre la prepotencia del poder de aburrir y marear y también la muy
frecuente costumbre de escurrir el bulto. Yo mismo, si compruebo que tiene
razón el alumno, estaría dispuesto a apoyarlo y a hacer que se le caíga la cara
de vergüenza, si la tienen, a cada una de las personas que no cumplan con su
cometido, incluido, por supuesto, el profesor desencadenante de la injusticia,
pero no sólo él, para que la disfunción se corrija y no vuelva a suceder,
intentando establecer un precedente positivo y necesario, pues no suelen
abundar estos.
Si soy de los que dan esos consejos e intento formar a
alumnos críticos es porque yo mismo los practico y me los aplico, de forma que,
si se me diera a mí mismo el caso y el alumno, por plazos, hubiera recurrido ya
a una comisión de evaluación, me sentiría obligado a revisar si tiene razón el
alumno y, de comprobar que la tiene, revisaría yo mismo mi equivocación, sin
necesidad de esperar que se pronuncie la comisión de evaluación y me pueda
quitar la razón, aunque sepa que, como le digo, suele actuar de forma muy
corporativista y en contra de la parte más débil, el alumno, por mucha razón
que tenga, salvo que haya otros intereses o sean de rector proceder. De no
actuar yo comprobando lo que me denuncian y rectificando en lo que entienda que
realmente me he equivocado, tendría la sensación de que estoy incurriendo en
una resolución injusta y a sabiendas y eso mi conciencia no me lo permite.
Por su escrito, no se me ha quedado claro si piensa Usted
comprobar si es cierto lo que le digo
de que le han prestado falso
testimonio y su auto puede ser –yo creo que lo es-- injusto y piensa
revisar Usted su decisión en caso de que compruebe que sí es cierto mi
testimonio. Si no lo fuera, creo que debería Usted actuar contra mí por falso
testimonio, pues mantengo ante Usted que D. Pedro Molina García y D. José
Luis Martínez Vidal mienten y han
prestado falso testimonio. En el caso del primero he constado que ha mentido
con reiteración. Me parecería muy grave que Usted no comprobara si le han
mentido o si le miento yo y actúe a la vista de ello.
Por otro lado, me indica Usted: “Si el interesado lo
estima oportuno, que ejercite las acciones que le asisten en vía penal”. Me
pregunto yo, ¿será cuándo cumpla Usted con lo que entiendo yo su obligación de comprobar
los hechos y aplicar la ley, buscando la Justicia?, porque me indignaría que lo
que Usted me está proponiendo es que me vaya a otro juez para que, pagando a
abogados, procuradores, tasas, etc., le pida a él que haga justicia. ¿Qué
confianza podría tener en que así sería, si le estoy pidiendo a Usted que
aplique la ley y actúe con Justicia y profesionalidad y apelo a su conciencia y
me manda a que se lo demande a otro?
Tengo mucho interés en saber qué va a hacer Usted y
espero que comprenda ese gran interés mío, pues su decisión afecta a mi vida,
tanto profesional como personal y de una manera muy importante.
Por
lo expuesto
SUPLICO
AL ILMO MAGISTRADO D. ANTONIO LUIS GARCÍA VALVERDE: Que compruebe mi denuncia,
revise su auto, si efectivamente, está basado en falso testimonio, actuando con
aplicación de la ley, asunción de plena
responsabilidad, con profesionalidad y en conciencia.