Carina Tripiana García, estudiante de Historia en la Universidad de Almería, me denunció para que me sancionaran por primera vez por mi actividad docente, y ello sin haber sido nunca alumna mía ni tener conocimiento directo de los hechos acaecidos. Desde entonces, su carrera fue meteórica hasta llegar a ser representante de los alumnos en la UAL en el Consejo de Gobierno e incluso su nombre aparece ahora en la candidatura del PSOE al Ayuntamiento de Almería. ¿Este es el mundo en el que vivimos? A quienes manipulan se les premia y a quienes cumplen se les sanciona (la sanción fue anulada más de dos años después por una jueza en primera instancia y el rector Carmelo Rodríguez Torreblanca, de quien me ocuparé en otra ocasión, la recurrió y aunque está pendiente de nueva sentencia, la que ya existe se está ejecutando por lo que recuperé mi actividad docente, que es mi vocación).
Espero que el destino ponga a Carina Tripiana García en su sitio, para lo cual colaboraré con él. Nuestros actos tienen consecuencias y debemos responder ante ellos.
Acaba de volver a presentarse en el Claustro para ser representante de los alumnos en el Consejo de Gobierno. En esta ocasión no solo no ha salido elegida, sino que ha sido la persona que ha obtenido un menor número de votos.
En el foro de opinión de la UAL, donde el ambiente está caldeado por las próximas elecciones a Rector, hubo cruce de mensajes entre diferentes alumnos en los que, sin precisión, acusaban a los candidatos, quienes aún no se han presentado, de manipulación. Una alumna acusaba a un grupo de ser del PSOE y, al parecer, estar a favor del candidato del actual rector, José Joaquín Céspedes Lorente, un pajarraco del que próximamente también me ocuparé.
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