En el enlace adjunto podéis ver las declaraciones, en
caliente, tras el juicio, de mi abogado y las mías propias. José Mateos, uno de
los varios abogados que tengo, una persona joven y muy competente, con una
preparación y capacidad increíbles, ha sufrido en sus propias carnes el
despotismo del rector de Murcia, José Antonio Cobacho, quien lo sancionó con
expulsión temporal de la Facultad de Derecho, siendo becario, debido a las
críticas que realizó a la política del propio Cobacho y del Consejo de
Estudiantes, denunciando que, en vez de luchar por la institución, se sometiesen
a los dictados del presidente de la Comunidad Autónoma. Ha padecido un acoso
bestial, con gran entereza, madurez y dignidad. En esta foto tenéis a los dos
rectores sancionadores (los dos del centro), durante un curso de verano en el
que el de Almería invitó al de Murcia. Se les vio bastante juntos por aquí; era
mientras se tramitaba mi expediente sancionador. Creo que la sanción se la
merecen realmente ellos dos a sus actuaciones, que no dudo en calificar de
corruptas:
Aunque en el vídeo me refiero a que el juez no se
enteraba, en realidad debía haber dicho que parecía no querer enterarse, lo que
es más grave todavía:
En relación con el testimonio de María
Jesús Viguera, hay que destacar la indefensión en la que nos dejó el
juez al no permitir que le hiciéramos preguntas sobre la enemistad manifiesta
hacia mí, como criterio para formar el tribunal, que era una de las cosas
que sosteníamos y era muy fácil de probar. Aunque le insistía a mi abogado
que le hiciera las preguntas y que el juez fuera rechazándolas, él temía
que éste lo acusara de desacato y simplemente protestó para que constara, como
había protestado ya antes y yo mismo.
Según el testimonio de María Jesús Vigura, que
fue muy breve, apenas conocía a Luisa Arvide y decía que no había hablado con
ella previamente a la plaza, aunque conocía sus trabajos y que le parecían muy
buenos. Yo creo que esto es un falso testimonio y seguramente podré probarlo.
Por lo pronto, Viguera ocultó información al juez cuando le preguntó
inicialmente qué relación había tenido con la Universidad de Almería. No le
contó que fue nombrada en la convocatoria de la primera cátedra de Almería en
1995. Fue nombrada secretaria suplente, pero como dimitió el titular, Amador
Díaz García, fue nombrada titular. Debía de contar si renunció a estar en el
tribunal y por qué razón. Y también si aquel tribunal llegó a constituirse y por
qué.
Entre las preguntas que no permitió el juez que
le hiciera mi abogado, tamb¡én están éstas:
- Diga ser cierto que, tras la elección de Jorge
Lirola como Presidente de la SEEA, se dio de baja de la misma, después de haber
pertenecido a la misma desde hace más de 15 años.
- Diga ser cierto que en los años 2000-2002 fue
asesora y colaboradora de la obra "Diccionario de Autores y Obras Andalusíes",
dirigida por Jorge Lirola.
- Diga ser cierto que emitió un informe negativo
(inicialmente como informe confidencial hasta la actuación judicial) sobre el
proyecto de investigación "Biblioteca de al-Andalus", dirigido por Jorge Lirola,
en dos ocasiones diferentes y que, por esa razón, se vio implicada en dos
contenciosos administrativos que Jorge Lirola interpuso ante la Audiencia
Nacional contra las decisiones de no concederle el proyecto de
investigación.
- Diga ser cierto que en ese informe decía
textualmente sobre la obra de la que había sido asesora, sin que como tal
pusiera ningún problema para su publicación: "que tenía muchas lagunas y
errores".
- Diga ser cierto que Jorge Lirola le informó, a
través de diversos procedimientos, sobre lo que él entendía que era una
convocatoria no ajustada a derecho en relación con la cátedra de
Almería.
- Diga ser cierto que Jorge Lirola le informó, a
través de diversos procedimientos, sobre algunas de las reclamaciones
presentadas contra Luisa Arvide.
Y seguro que hurgando en cada una de estos temas
y las respuestas que fuera dando iban saliendo muchas cosas, con grandes
irregularidades, por calificarlas de forma suave.
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