15/10/08

Antonio Pulido no ha cumplido con su obligación de defensor

Yo, Jorge Lirola Delgado, Profesor de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Almería (despacho nº 207), denuncio públicamente, en el seno de la comunidad universitaria, que Antonio Pulido Bosch no ha cumplido con las obligaciones que se derivan de su cargo de defensor universitario, para el que cobra, en el caso en el que le he pedido su intervención.
Le pedí que velara para que se respetara, como miembro de un órgano colegiado de la Universidad de Almería, el Consejo del Departamento de Filología, mi derecho a formular ruegos y preguntas y a que éstos consten en la correspondiente acta con el sentido con el que los he formulado, sin que se decida por votación si se incluyen o no. Curiosamente, me dice que me asiste ese derecho, pero no defiende su aplicación. Ni tan siquiera me consta que haya entrado realmente en el tema de si es que considera que no formulé esas preguntas y ruegos ni sé si ha comprobado si están recogidos en las actas correspondientes.
Tras tres meses menos un día de espera, resolvió amparando que se vulneraran mis derechos. Durante esos tres meses, primero, me acusó de haber filtrado la denuncia a la prensa, cosa que no hice; después me comentó que sería indigno que a los profesores nos controlaran la asistencia a clases (algunos de mis ruegos y preguntas se refieren a reclamaciones de alumnos que han denunciado a profesores que no asistían a clase y que yo mismo he constatado que son ciertas, sin que me conste que las instancias competentes hayan hecho nada por atenderlas y subsanar lo que hubiera que subsanar). Además, no se creía el defensor que en otras universidades hubiera un control de la asistencia de los profesores a las clases, y me acusó verbalmente de ser yo quien vulneraba los derechos de la mayoría de los miembros del Departamento, sin que, por otra parte, pareciera estar dispuesto a defender tampoco esos derechos que entendía él vulnerados, pudiendo actuar de oficio. No quiso tampoco oír a una de las alumnas que había denunciado irregularidades. Y, finalmente, me pedía que me abstuviera de difundir mis denuncias en la red de la UAL.
Sin duda, necesitamos un defensor universitario independiente, capaz de defender los derechos de los miembros de la comunidad universitaria cuando estos sean vulnerados por alguna de las autoridades de la Universidad de Almería, una persona que no tema enfrentarse con el poderoso cuando sea por una causa justa, como lo es la defensa de los derechos de los administrados frente a los administradores.
Por lo que yo he podido comprobar, Antonio Pulido Bosch no da ese perfil y le pido a él mismo, a quien le envío este mensaje, que, si entiende que es falso lo que digo, lo diga también públicamente y pida, incluso, que se inicien las actuaciones oportunas para que yo asuma mis responsabilidades.
Por mi parte, yo inicio este procedimiento público para que asuma Antonio Pulido Bosch la responsabilidad de sus actos. En ese sentido, solicito desde aquí y vía registro al Rector, como Presidente del Claustro que lo nombró y al que rinde cuentas anuales de su actuación, que le pida que aclare si es falso lo que digo y lo haga público. Envío este mensaje a Pedro Molina (Rector) y a todos los que he podido, seáis claustrales o no, con el ruego encarecido de que pidáis que la persona que está nombrada como defensor universitario dé la cara y, si es falso lo que digo, no se me permita levantar falso testimonio por el bien de lo que debe ser una respetable institución como es el defensor universitario. También se lo envío al resto de defensores/as de las universidades españolas, para su conocimiento y los efectos que estimen oportunos.
¡Por una universidad limpia y unos poderes públicos responsables!

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